domingo, 10 de febrero de 2013

LA REBELDÌA JUVENIL EN LOS '50

Ruido de motores, Camperas de cuero, y Rock & Roll
Una mirada retrospectiva sobre tres películas - símbolo sobre la rebeldía juvenil
Los adolescentes, siempre a la búsqueda de modelos o ídolos, pasaban por un buen momento económico en los Estados Unidos a mediados de los 50. También la música vivía un período plácido. El jazz tradicional había perdido en manos del bop, mucho menos comercial y bailable. Los baladistas como Nat King Cole o Sinatra, y el Rock & Roll, esa mezcla de country blanco con rythm & blues negro, eran la banda de sonido de los adolescentes. El Rock n' Roll era divertido, expresaba lo que sentían los jóvenes por entonces, hablaba de virilidad, de romanticismo, acción, velocidad, violencia. El auto, el Rock & Roll y la rebeldía, eran entonces los símbolos juveniles de la época. El cine no perdió esta oportunidad y funcionó como espejo de los adolescentes: lanzó al estrellato a sus dos símbolos más influyentes y carismáticos. James Dean y Marlon Brando.

Salvaje (The Wild one, Laszlo Benedeck, 1954), muestra a Marlon Brando, su campera de cuero y su Harley Davidson arrasando una pequeña localidad provinciana. Esta verdadera película de motociclistas cuenta como el líder de una banda que invade un pequeño pueblo, tiene su primera oportunidad de llevar una vida normal y productiva cuando se enamora de la hija del sheriff. La actuación de Brando en esta película implica un antes y un después en el contexto de su revolucionaria "reinvención" de la manera de actuar en cine. Ni siquiera hay rock and roll, practicamente ni siquiera estaba inventado, eso si, la Banda Sonora está plagada de grandes jazzmen, Shorty Rogers, Bud Shank, Shelly Manne, Lou Levy, Larry Bunker y muchos más
 

James Dean, Natalie Wood y Sal Mineo protagonizaron otra gran película sobre rebeldía juvenil: Rebelde sin Causa (Rebel without a Cause, Nicholas Ray, 1955) muestra a tres jóvenes de pueblo incomprendidos por sus padres, y carreras de coches al borde del abismo. Jim Stark (James Dean) es el nuevo chico del barrio. Ha estado en problemas en cualquier lugar a donde ha ido, por eso su familia se muda una y otra vez. Ahora, Jim espera encontrar un poco del amor faltante en su hogar de clase media. Aunque encuentra algo de ese amor en Judy, Natalie Wood, no puede alejarse de las peleas callejeras y las carreras de autos que terminan en un precipicio. Cuando la gente piensa en James Dean, probablemente lo primero que se les viene a la mente es el problemático adolescente de Rebelde sin causa: nervioso, volátil, perdido en un mundo que no lo entiende. El film es una mirada inusual para la época, el punto de vista adolescente de un delincuente juvenil y su circulo de amigos, pero esta óptimamente captada esa ansiedad que nacía al mismo tiempo que el Rock & Roll. Hace hincapié en la búsqueda de la personalidad adolescente. Dean sigue el método de actuación de Brando, pero desnudando una honestidad emocional propia. Rebelde sin Causa marca el debut cinematográfico de Dennis Hopper.  
 
 

Semilla de Maldad (The blackboard Jungle, Richard Brooks, 1955) nos muestra los esfuerzos de Richard Dadier (Glenn Ford) como maestro de escuela idealista, cuyo primer trabajo es en un high school urbano de varones muy rudos. Artie West, Vic Morrow (el célebre actor de Combate) es el líder de los violentos. Sidney Poitier, en una excelente actuación, retrata a Gregory Miller, el chico negro, inteligente y no violento de la clase. Cuenta la leyenda que cuando aparecían los títulos iniciales de la película, musicalizados por Rock around the clock, de Bill Halley & The Comets, los jóvenes se negaban a permanecer en sus asientos. Era la música a más alto volumen que ellos habían escuchado y nadie les podía ordenar bajarlo. Blackboard Jungle es muy dura y probablemente una mejor representación de la delincuencia juvenil de los 50 que Rebel Without A Cause o The Wild One. Fue una película shockeante para la época, y en muchos lugares prohibieron su proyección debido a su contenido multiracial y por la violencia que podía generar. Aún hoy en día, molesta.
  



En los tres filmes existía la misma solidaridad por una generación que no había participado en la 2da. Guerra mundial, y no se imaginaba las guerras que vendrían. Dejando de lado los argumentos, en donde los "viejos" generalmente "ganan" al final, estas obras representaron un caso extraño de apoyo a la causa de los jóvenes: alguien se preocupaba por hacer películas sobre sus problemas, lo que implicaba que existían.