Suite Punta del Este, de Astor Piazzola, es la cautivante entrada para 12
Monos, de Terry Gilliam, predominante de visiones rudas, subterráneas y
sucias de la vida, características a las que el director canadiense nos
tiene acostumbrados.
La historia es sencilla: en 1995 una plaga mortal mata a 5 billones de personas; entonces, los animales se apoderaran de la superficie terrestre, cuyo aire se torna irrespirable para los humanos, que deben confinarse varios metros debajo de la tierra. Cole (Bruce Willis) viaja es enviado desde el futuro para conocer las causas de la epidemia, y así poder encontrar un antídoto. En este tiempo, Cole se cruza con una psiquiatra, la doctora Kathryn Railly (Madeleine Stowe), y con un demente "niño bien", Jeffrey Goines (Brad Pitt). Entre los tres, la película va avanzando con mucha violencia, verdades, mentiras, confusiones, y muy buenos diálogos.
La película se basa en personajes extremistas, como Gilliam nos tiene acostumbrados. En "12 Monos", el adrenalínico manejo de cámaras, el uso del gran angular, la dirección de los actores y otros ingredientes que suele utilizar el director canadiense, nos permiten identificarnos facilmente. Difícilmente haya otro director capaz de imprimir su estilo en los actores en una forma tan extrema y personal; sus personajes tienen características que a cualquier otro director en otro contexto de película, se le podría reprochar: son contradictorios, paradójicos y bordean la sobreactuación, pero la atmósfera que Terry Gilliam crea, hace que los aceptemos sin titubear. El guión de "12 Monos" fue escrito por David Peoples, autor de Blade Runner, (Riddley Scott, 1983) y tiene una similar visión del futuro cercano apocalíptico que comparte con Brazil.
La historia es sencilla: en 1995 una plaga mortal mata a 5 billones de personas; entonces, los animales se apoderaran de la superficie terrestre, cuyo aire se torna irrespirable para los humanos, que deben confinarse varios metros debajo de la tierra. Cole (Bruce Willis) viaja es enviado desde el futuro para conocer las causas de la epidemia, y así poder encontrar un antídoto. En este tiempo, Cole se cruza con una psiquiatra, la doctora Kathryn Railly (Madeleine Stowe), y con un demente "niño bien", Jeffrey Goines (Brad Pitt). Entre los tres, la película va avanzando con mucha violencia, verdades, mentiras, confusiones, y muy buenos diálogos.
La película se basa en personajes extremistas, como Gilliam nos tiene acostumbrados. En "12 Monos", el adrenalínico manejo de cámaras, el uso del gran angular, la dirección de los actores y otros ingredientes que suele utilizar el director canadiense, nos permiten identificarnos facilmente. Difícilmente haya otro director capaz de imprimir su estilo en los actores en una forma tan extrema y personal; sus personajes tienen características que a cualquier otro director en otro contexto de película, se le podría reprochar: son contradictorios, paradójicos y bordean la sobreactuación, pero la atmósfera que Terry Gilliam crea, hace que los aceptemos sin titubear. El guión de "12 Monos" fue escrito por David Peoples, autor de Blade Runner, (Riddley Scott, 1983) y tiene una similar visión del futuro cercano apocalíptico que comparte con Brazil.
En "12 Monos", Cole, es simple, confundido, mal informado, siempre
exhausto, y acosado por sus propios sentimientos de desesperanza,
desconfianza y enfrentamiento constante. Nada es para el lo que parece, en ningún momento de la película. Acostumbrados a ver a Bruce Willis en
papeles de héroes duros e impenetrables, le descubrimos aquí facetas
poco vistas.
El habitual espacio para la locura lo ocupa la gran actuación de Brad Pitt, con su compulsiva y poderosa visión paranóica -tomar como referencia al fotógrafo interpretado por Dennis Hooper en "Apocalypse Now" (1979, Francis Ford Coppola).
El habitual espacio para la locura lo ocupa la gran actuación de Brad Pitt, con su compulsiva y poderosa visión paranóica -tomar como referencia al fotógrafo interpretado por Dennis Hooper en "Apocalypse Now" (1979, Francis Ford Coppola).
Mi escena favorita es cuando Cole y la doctora Railly se
refugian en un cine en el que se esta proyectando "Vertigo", de Hitchcock.
Luego, en sus propias vidas, se recrea la escena del bosque
petrificado, musicalizada con la misma composición que Bernard Herrman
creó para el director inglés. "12 Monos" es una oscura expedición, con momentos de acción, suspenso y
humor negro; una buena historia, excelentes actuaciones y la particular
dirección de Gilliam. Suficiente razones para no perdérsela.
Publicado originalmente en www.tljdigital.com
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