lunes, 22 de julio de 2013

Blow - Ted Demme - 2001

Todo film que comienza con un tema de los Rolling Stones inmediatamente nos recuerda a Martin Scorsese. Todo film que cuente la historia del mayor narcotraficante de la historia de los Estados Unidos, en especial su relación con la mafia Colombiana, probablemente nos recuerde a Scarface, de Brian De Palma. Y si le agregamos voces en off, camara lenta, imagen congelada, no quedan dudas. Pero no se trata de Scorsese, ni de De Palma, sino del director recientemente fallecido Ted Demme.
 

Blow es una biografía de George Jung (Johnny Depp), hijo de un trabajador (Ray Liotta) y una ama de casa (Rachel Griffiths) que con el correr de la película se convertirán en UN PAPA GENIAL y UNA VIEJA ARPIA respectivamente. En un momento clave de su infancia George se dice a si mismo que nunca en su vida va a ser pobre, tenga que hacer lo que tenga que hacer. Y se convierte en narcotraficante. Empezando por el consumo de marihuana al son de los Beach boys, luego con la ayuda de novia azafata Barbara (Franka Potente) y su amigo gay Derek (Paul Reubbens), su comercio, la cárcel y... Pablo Escobar Gaviria, el zar de la producción de la cocaína en el mundo. George se convertirá en el representante de Escobar en EE.UU., con todo lo que ello implica (Penélope Cruz, incluida). 



Es inevitable hablar de la excelente actuación de Johnny Depp. En una primera visión, uno se fija irremediablemente en sus diversos cambios de look, pero viéndola nuevamente, salta a la luz una expresividad que hemos visto en pocos actores, ese silencio de miradas que dicen mucho mas que cualquier texto. Su estilo es único y absolutamente personal. Y ni hablar de su química con Ray Liotta, quién también tiene una actuación excelente, ayudado por el maquillaje. Realmente son padre e hijo. Penélope Cruz interpreta a una joven colombiana, así que no se le puede criticar su acento o sus claros problemas para hablar inglés. Empieza siendo una diosa super glomorosa y termina siendo una ama de casa decadente vestida de jogging y maquillada por demás. Buen desafío.

Extremadamente convincente es el trabajo de la ambientación en los años sesenta, setenta y ochenta, desde el vestuario, los peinados, los autos, la banda de sonido; todo contribuye a meternos en ese período. Esta todo tan bien recreado que parece que estamos mirando un álbum de fotos de nuestros padres en su época de oro. En síntesis, Ted Demme realiza un gran trabajo dirigiendo esta película. 




Director: Ted Demme
Ficha Técnica: IMDB
Publicado originalmente en www.tljdigital.com

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