Sin dudas, William Friedkin es uno de los
directores mas destacados de los años setenta, así como también El
Exorcista, es uno de los filmes mas importantes. En 1973, se estrenaba
el film de terror más taquillero, polémico y premiado de la historia. Y
en el año 2000, fue reestrenada con una nueva mezcla digital de sonido y
11 minutos de imágenes adicionales, entre viejos descartes cortados
originalmente por el director, y algunos retoques realizados
especialmente para este nuevo lanzamiento.
La historia es conocida: la pequeña Regan (Linda Blair)
comienza a padecer de extraños ataques físicos que van en ascenso. Su
madre (Ellen Burstyn) consulta a todo tipo de médicos, pero nada parecen
encontrarle. Hasta que alguien le recomienda que vaya a ver a un
religioso. Aquí es donde aparece el padre Demian Karras (Jason Miller)
quien después de exhaustivos exámenes llega a una conclusión: la niña
esta poseída por el Demonio. Entonces, entra en escena el viejo jesuita
especialista en casos de exorcismo, el padre Merrin (Max Von Sydow).
Con excelentes actuaciones, buen manejo de la cámara, pero
fundamentalmente con un diseño de sonido inédito para la época (un
trabajo memorable que valió uno de los dos Oscar que obtuvo el film, el
otro fue para el guión) y responsable en gran parte de las sensaciones
que el público podía sentir, El exorcista se convirtió en la película
mas temida por los espectadores. Con decir que, en los tiempos de su
estreno, había ambulancias en las puertas de los cines en caso de que
algún espectador de descompensara...
Es natural que este film, lleno de símbolos, sonidos e imágenes que
puedan parecer una blasfemia para el Vaticano, levantara mucha polvareda
en 1973, pero lo curioso, es que a su reestreno en 27 años después,
generara la misma y ridícula polémica por parte de los tradicionistas
que ven en el cine cualquier cosa menos una forma de arte o entretenimiento. Desde luego, mucho de estos nuevos 11 minutos, mas allá del marketing y
la tecnología en efectos especiales con que se cuenta hoy en día, pueden
surgir de las múltiples dudas e inseguridades que enfrentó el director
durante el rodaje. En este caso, lo nuevo no altera la esencia de la
obra que sigue siendo actual. Y lo que define positivamente el resultado
es el nuevo trabajo de sonido. Si el original era deslumbrante, la
nueva mezcla digital le da toda una nueva dimensión de horror al film.
Hubo supuestas maldiciones satánicas y hechos
misteriosos ocurridos a lo largo de toda la producción. Además, del mal genio de William Friedkin, el director del film:
parte de la dirección de los
actores la realizó mediante balas de salva disparadas al aire, despedía
técnicos en medio de insultos, cambiaba planes sin previo aviso encargó la banda de sonido a Lalo Schifrin para luego arrojar las cintas -literalmente- por la ventana.
En una fecha imprecisa del siglo XXI, cuando el efecto invernadero ha
derretido los hielos polares sumergiendo a muchas ciudades costeras bajo
las aguas, el hombre depende de computadoras con inteligencia
artificial para mantener el nivel de vida. A.I. es la historia de David, un niño-robot y el viaje
emocional que tiene que atravesar para ser "algo más".
Inteligencia Artificial es un proyecto con casi veinte años de historia,
y que durante mucho tiempo no estuvo ligado a Steven Spielberg, sino a
otro realizador legendario, Stanley Kubrick, indudablemente el
responsable de haber presentado por primera vez la ciencia ficción en el
cine de una forma seria, con "2001, Odisea del Espacio". Ya en esta
película podemos ver por primera vez el interés de Kubrick por el campo
de la Inteligencia Artificial: no en vano, Hal 9000, la computadora
homicida, se erige en el personaje más interesante de 2001.
Así, el concepto de lo que iba a ser A.I. ya le rondaba por la cabeza a Kubrick desde hacía unos veinte años, partiendo de un relato
escrito por el escritor de ciencia ficción Brian Aldiss, "Supertoys last
all summer long". Sin embargo, sólo recientemente se había animado
Kubrick a empezar a trabajar en firme en el proyecto, animado por las
nuevas técnicas de imagen digitales. Conocido por su escrupulosa
obsesión por los detalles, Kubrick se había dedicado a grabar en los
últimos años al joven actor Joseph Mazello para poder visualizar con
exactitud los cambios físicos que sufriría un niño con el transcurso del
tiempo, y ya había hecho publica su intención de empezar a trabajar en
el proyecto al terminar el rodaje de "Eyes Wide Shut". Sin embargo, su
repentino fallecimiento pareció acabar con esa ilusión.
Al menos hasta la entrada en escena de otro realizador legendario:
Steven Spielberg. Spielberg, amigo personal de Kubrick desde 1979, había
conversado numerosas veces con él sobre el proyecto, y conocía cómo la
idea había ido evolucionando durante 20 años en la mente de Kubrick,
que en un mas de una oportunidad insistió para que el director de
Tiburón dirigiera A.I.. Luego del fallecimiento de Kubrick, y con el beneplácito de la Warner y
de los herederos del maestro, Spielberg decidió llevar a cabo la
película, abandonando otros proyectos.
La productora Bonnie Curtis, que empezó su trabajo con Spielberg como
asistente persojnal, estuvo muy cerca de la permanente comunicación
Spielberg - Kubrick en torno a A.I. "Recuerda Curtis. "Steven tenía un fax
instalado en su casa y el y Stanley se comunicaban por esta vía
constantemente. No se hacían copias, nadie vio nada de esas notas
excepto ellos dos, que actuaron como mutuos asistentes en este
proyecto." La muerte de Kubrick representó un impulso para Spielberg de cara a A.I.
Luego de la postproducción de "Rescatando al Soldado Ryan" comenzó a
escribir el guión por si solo, basado en un tratamiento de 80 hojas
dejado por Kubrick. Un detalle importante: este es el primer guión que
escribe Spielberg (sin otra intervención o colaboración), desde
Encuentros cercanos del Tercer Tipo. La visión artística de Stanley Kubrick fue una constante en el rodaje.
"Steven realmente trató de hacer esta película usando a Stanley como
guía" dice Bonnie Curtis. "Steven decía todo el tiempo en el set 'a
Stanley le hubiera gustado esto o lo otro'
Spielberg se inclinó por mantener el mismo secretismo que seguía Kubrick
en sus rodajes. ""A.I. fue probablemente el mas confidencial de mis trabajos" comenta el gran Stan Winston, uno de los encargados de los efectos, quien debió mantener
a los robots en secreto al igual que a las criaturas de Jurassic Park.
"Estabamos diseñando un mundo de robots, y al principio sabíamos muy
poco sobre el guión. Pero tratándose de Steven Spielberg no necesito
saber demasiado. Estoy ahí con el en cualquier momento."
Spielberg pasaba 4 a 6 horas por día trabajando junto con el
departamento de arte sobre los storyboards y los modelos dejados por
Kubrick.
El Director de Fotografía polaco Janusz Kaminski, colaborador de
Spielberg en "La Lista de Schindler" y "...Ryan" tuvo mucha participación,
junto al director en la supervisión de los efectos visuales. "La
película tiene tres aspectos distintivos" explica Kaminski. "en términos
de iluminación: el primer acto es estéril, algo clínico; el segundo
acto tiene algo de aventura y acción; y el tercero es extremadamente
emocional e innovador en términos de drama. Yo trabajo siguiendo el
guión muy de cerca, figurándome lo que el escritor esta diciendo, y así
poder reflejarlo en my luz y mi fotografía." No podemos dejar afuera la siempre fiel participación del maestro John
Williams, compositor oficial de Spielberg y George Lucas. Williams
nos brinda una música mucho mas minimalista, en la que sobresalen el
sonido del piano y una pequeña orquesta de cuerdas, quizá un quinteto.
Con el antecedente de haber sido nominado a un Oscar a los 12 años, por
la película Sexto Sentido, Haley Joel Osment interpreta en A.I. otro
tipo de chico llamativo. este esta hecho de silicona y microchips. Según
el joven actor, "nos pusimos de acuerdo con Steven para destacar el
costado mas humano y menos mecánico de David. Pero lo mas difícil fue
nunca pestañear durante la película."
Jude Law, otro nominado por su trabajo en El talentoso Mr. Ripley fue
convocado para el dificultoso rol de Gigolo Joe, un love mecha, es
decir, un taxi boy robot. La actriz australiana Frances O'Connor (Mansfield Park) y el
norteamericano Sam Robards (Belleza Americana) fueron elegidos para los
roles de Monica y Henry Swinton, los padres de David, mientras que el
niño Jake Thomas interpreta a su odiosos hermano de carne y hueso. Otros
papel importante es interpretados por William Hurt, mientras que Robin
Williams y Meryl Streep prestan sus voces.
La principal virtud de Spielberg parece ser el respeto por el público.
En este caso nos cuenta un cuento de hadas inteligente y adulto, sin
criticar a nadie. Es un maravilloso contador de historias, queda clara la esencia de lo que le interesa
de una historia y lo ejecuta con respeto, entusiasmo y energía. Tiene la
fortuna de que lo que el piensa y lo que el quiere trasmitir con sus
historias, es lo que la gente quiere recibir. Al finalizar la visión de la película esperé a que pasaran todos los
títulos para ver el ansiado mensaje que hago extensivo humildemente
desde aquí. "Dedicado a Stanley Kubrick"
Esta brillante pieza que sigue a El Padrino (1972), nos sitúa en medio de
dos generaciones de poder sucesivo en la familia Corleone. En la segunda parte Parte
su director, Francis Ford Coppola, nos cuenta dos historias: las
raíces y el crecimiento de un joven Don Vito Corleone, interpretado
magistralmente por Robert De Niro, y el ascenso de Michael (Al Pacino)
como el nuevo Don.
Según Coppola, quien junto a Mario Puzzo, el autor de la novela,
escribió el guión de El Padrino parte II, "Siempre quise escribir un
guión que contase la historia de un padre y un hijo a la misma edad, a
la vez, en acción paralela, interrelacionando a los dos personales.
Completar un retrato de Marlon Brando, creado solo dos años antes, no
fue una limitación para Robert De Niro, ganador del Oscar al mejor actor
de reparto. "En cierto modo, me gustó el desafío de tener que
conectarme, ver algo hacia atrás, y a su vez hacia
adelante."
Para hacer el papel de Brando en su juventud, Coppola tenía su ojo en
Robert De Niro, a quien había conocido en el casting de la primera
parte. "Lo que veía en Bobby -cuenta Coppola- mas que al joven Brando,
era al joven Corleone".
Con una videocámara, bastante sofisticada para la época, De Niro y
algunos integrantes del equipo entraron al cine y filmaron todas las
partes de Brando. "Luego las pasé en mi casa una y otra vez y las
estudie exhaustivamente" dice De Niro. Como practicamente todas las líneas de diálogo de su personaje eran en italiano, De Niro viajo a Sicilia por tres semanas. "Estuve mucho con la
gente del lugar. Fue una ventaja decirles que estaba trabajando para El
Padrino 2. Por supuesto, todos conocían la primera parte."
La expansión de Vito en el Barrio Little Italy, en New York -el barrio
donde De Niro se crió en realidad- es contrapuesta por la lenta
desintegración; la energía y el éxito por el dolor y el fracaso. Si el
joven Vito era el amanecer, Michael es la cercanía de la noche. Para
Pacino, "En esta película se ve la decadencia de Michael y todo su
entorno."
Coppola llevó a todo el elenco a vivir la finca de los Corleone, en
Toahoe, Nevada. Allí realizó intensivos ensayos, en donde tenía a los
actores improvisando todo el día. Para Talia Shire (Connie Corleone)
"Eso creó un vínculo increíble entre nosotros, realmente nos hizo sentir
como una familia, la intimidad, el hecho de vivir todos juntos en la
misma casa.
El estilo de Francis Ford Coppola para contar un asesinato, esta ligado
siempre a los detalles, "Es como contar una pequeña historia -dice
Coppola-, algo para despegarse de los otros asesinatos en otras
películas. El detalle de la lámpara en el asesinato de Vito a Fanucci es
un ejemplo. La violencia deja de ser tan horrible de presenciar cuando
le das un toque de excentricidad. Entonces, pasa a ser memorable".
PRECAUCION
¡No leer los siguientes párrafos si no se ha visto la película y se tiene interés en verla!
Mario Puzzo no quería que Fredo Corleone fuera asesinado, pero Coppola
estaba convencido, "Así que le dije "ok, lo matamos, pero solo después
que muera su madre" -dice Puzzo. "Pensaba que de esa manera el público,
podría perdonarle a Michael el asesinato de su hermano". Pacino venera a Coppola recordando "Una secuencia que creo que ha sido
hermosamente dirigida; cuando Michael esta sentado en su gran sillón y
llega su hermana a rogarle por Fredo para que lo deje entrar nuevamente a
la Familia. En la siguiente escena, durante el funeral de su madre,
Michael ve a Fredo y lo abraza, y a la típica manera de El Padrino, le
da una mirada por encima a su hombre fuerte, Al Neri, ordenándole la
muerte de su hermano... guau, eso es Francis a su máxima potencia.
Impredecible y hermoso".
Toda la historia de Fredo fue muy delicada para el director, la idea de
Fredo como traidor. Para su muerte, Coppola utilizó una vivencia de su
propia infancia, "De niño, cuando yo iba a pescar, rezaba un ave María y
siempre sacaba muchos peces, a diferencia de quienes iban conmigo.
Fredo también lo hace. Ese es el tipo de excentricidades de las que
hablaba antes. Fredo esta en su bote pescando con Al Neri, y entonces...
"Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros... ¡bang!".
Luego de la primera parte, Coppola recibió críticas sobre como
vanagloriaban a los criminales y a los asesinos. Con la segunda parte,
vemos a un Michael Corleone muy solitario, con fantasmas en su cabeza.
"Sino -Dice Coppola-, fíjense en el último plano de la película. Eso lo
dice, todo, para mí era el final."
Luego de su estreno, El Padrino parte II no provocó demasiada algarabía,
pero a medida que pasaban los meses, a la gente le empezó a gustar mas,
incluso mas que la primera. A fin de año, con todos los Oscars ganados,
Coppola realmente se sorprendió.
Pero la historia no termina ahí, sino 16 años después...
Dirección: Francis Ford Coppola Ficha Técnica: IMDB
La Sombra del Vampiro, segundo largometraje de Elias Merhige nos muestra
lo que nunca se vio de la legendaria obra de Murnau, Nosferatu (1922).
Con un Willem Dafoe maravilloso, nominado al Oscar por su papel de Max
Schreck -al actor que interpretó al Conde Orlock en la original
Nosferatu- y un John Malkovich que acertadamente roza la sobreactuación,
la película nos muestra a Schreck como un verdadero vampiro que
desapareció misteriosamente al finalizar el rodaje.
Con un
maquillaje increíble (también nominado), Dafoe muestra una inigualable
expresión de soledad, tristeza, maldad y espíritu animal en sus ojos,
así como el rudo acento de Europa oriental, una marcada respiración y el
uso de sus larguísimas uñas como índice de su ansiedad, en síntesis, un
verdadero "No Muerto". Todas estas herramientas, manejadas por Dafoe de
una manera magistral, ponen en evidencia un solo error: actuar
infinitamente mejor que Schreck.
El rol de Friedrich Wilhem Murnau (1888 - 1931) uno de los padres del
expresionismo alemán, es interpretado por el siempre admirado John
Malkovich. Apasionado, director extremista, obsesivo, sutilmente
homosexual, desesperado por defender su obra tal como fue concebida,
Malkovich nos muestra a un Murnau capaz de "sacrificar" -literalmente- a
la script girl en favor de la película.
En tiempos en que las palabras "Acción" y "Corten", no existían, Murnau, a sabiendas de que el protagonista de su película
es un verdadero vampiro, le miente a su equipo diciendo que Max Schreck
"es un actor de método que trabajo con Stanislavsky en Rusia, y que va a
llegar al set "metido" en su personaje, con maquillaje incluido y exige
que lo llamen como su personaje, Conde Orlock". El método de Schreck
llega al extremo de beber la sangre del Director de Fotografía hasta el
punto de necesitar un reemplazo, y su principal motivación, es el cuello
de la diva, que le será entregado el ultimo día de filmación.
Algunos dicen que Schreck desapareció al finalizar el rodaje de
Nosferatu, otros que vivió hasta 1936 y trabajó en 20 películas mas, y
otros que no existió tal Max Schreck y que fue el mismo Murnau quien
realmente hizo el papel de Orlock y él mismo era un vampiro. Lo único
cierto es que Murnau sí hizo de doble de Schreck en algunas tomas, pero
por una cuestión de tiempos del rodaje.
La Sombra del Vampiro, una película mas del género "Cine dentro del
Cine" es especial para cinéfilos y amantes del cine clásico (producida
por Nicholas Cage, amante del expresionismo alemán) pero no excluye a
quienes no vieron el Nosferatu original, el padre de los films de
vampiros. Elias Merhige nos brinda un testimonio de amor por el cine, un
juego de luces y sombras magnífico, una obra con una fidelidad histórica
muy real (a tal punto que usaron una cámara perteneciente a Murnau). En
definitiva, una película que ningún amante del cine debe dejar de ver.
Cuando hablamos de "películas de mafia", inmediatamente nos vienen a la
cabeza Coppola, Scorsese, o De Palma, que en general nos muestran el
ascenso y el éxito de verdaderos peces gordos de la mafia italoamericana
o latina. En el caso de Donnie Brasco, nuestro guía por el submundo es
nada menos que Al Pacino, pero no en el papel del superpoderoso Michael
Corleone, o el ambicioso Tony Montana, sino como el Zurdo Ben Ruggerio,
un perdedor absoluto dentro de su "familia".
Donnie Brasco está basada en la verdadera historia del
agente del FBI Joe Pistone (Johnny Depp), quien se infiltró a la mafia
de Nueva York al final de los años 70. Joe, a quien se le conocía como
"Donnie Brasco", hizo su papel de manera tan efectiva que ascendió de
manera sorprendente, ocupando un lugar privilegiado cerca de su jefe
Sonny Black (Michael Madsen). Pero, a medida que pasaba el tiempo con
miembros de la Mafia, se iba pareciendo mas a ellos. O mejor dicho,
como le aclara a su mujer (Anne Heche), "No me parezco a ellos, yo soy
ellos". Y esto, no estaba en los planes del FBI.
Mike Newell, el director de Cuatro Bodas y un Funeral, nos muestra su
clara y válida influencia de los tres directores de descendencia
italiana antes nombrados. Con una grandiosa dirección de actores, una
jugosa banda de sonido, y un correcto manejo de las cámaras, Brasco deja
muy mal parado al FBI y, al mejor estilo Coppola, reivindica a algunos
criminales.
Tal vez lo más impresionante que Newell ha hecho en Donnie Brasco es
sacarle una actuación atípica a Al Pacino. Acostumbrados a verlo siempre
al mando, siempre con el poder bajo el brazo, esta vez nos muestra a un
tipo cabizbajo, sin la valentía para decirle a su jefe todo lo que
siente, y constantemente humillado por sus pares. Solo ejerce poder
sobre su esposa, ya que ni siquiera puede hacerlo con su hijo. Para algunos, un gran actor es aquel
que puede transmitirle al espectador, aquello que está pensando o
sintiendo sin la necesidad de decir una palabra. En este caso, Johnny
Depp desenfunda una catarata de emociones casi sin hablar. ¿Y qué decir
de su acento italiano? Muy contagioso.
La relación maestro-discipulo entre Donnie y Lefty se transforma
rápidamente en padre - hijo, llegando a escenas muy emocionantes. El rol
importante que Donnie comienza a ocupar dentro de la "familia" va de la
mano con el que ocupa en la vida de Lefty. De esa manera, si termina con
su misión, y es "sacado" de la mafia, claramente será el Zurdo el
responsable por esa gran metida de pata. Este es el principal conflicto
del personaje de Brasco, o en sus propias palabras, "es como si yo mismo
pusiera la bala en su cabeza."
Aunque Donnie Brasco está ubicada en un medio de crimen y violencia -muy
bien manejados por Newell-, la película trata realmente acerca de la
familia y las relaciones; no solo entre Lefty y Donnie, sino también el
de este con su esposa (Anne Heche) e hijas. Un padre absolutamente
ausente sin alternativa, una esposa egoísta -comprensible en algún
punto- y tres hijas mujeres en el medio de esta batalla. Los personajes secundarios están correctamente estereotipados. Michael
Madsen se revela como un severo jefe mafioso, que
intimida con su sola presencia y su tono de voz. Bruno Kirby -el joven
Clemenza en El Padrino Parte II- y James Russo -La Novena Puerta-
integran el resto de la pandilla. En síntesis, música disco, sacos de
cuero, interesantes opciones de dirección y sobre todo, excelentes
actuaciones hacen de Brasco, una película altamente recomendable.