La Sombra del Vampiro, segundo largometraje de Elias Merhige nos muestra
lo que nunca se vio de la legendaria obra de Murnau, Nosferatu (1922).
Con un Willem Dafoe maravilloso, nominado al Oscar por su papel de Max
Schreck -al actor que interpretó al Conde Orlock en la original
Nosferatu- y un John Malkovich que acertadamente roza la sobreactuación,
la película nos muestra a Schreck como un verdadero vampiro que
desapareció misteriosamente al finalizar el rodaje.
Con un
maquillaje increíble (también nominado), Dafoe muestra una inigualable
expresión de soledad, tristeza, maldad y espíritu animal en sus ojos,
así como el rudo acento de Europa oriental, una marcada respiración y el
uso de sus larguísimas uñas como índice de su ansiedad, en síntesis, un
verdadero "No Muerto". Todas estas herramientas, manejadas por Dafoe de
una manera magistral, ponen en evidencia un solo error: actuar
infinitamente mejor que Schreck.
El rol de Friedrich Wilhem Murnau (1888 - 1931) uno de los padres del expresionismo alemán, es interpretado por el siempre admirado John Malkovich. Apasionado, director extremista, obsesivo, sutilmente homosexual, desesperado por defender su obra tal como fue concebida, Malkovich nos muestra a un Murnau capaz de "sacrificar" -literalmente- a la script girl en favor de la película.
El rol de Friedrich Wilhem Murnau (1888 - 1931) uno de los padres del expresionismo alemán, es interpretado por el siempre admirado John Malkovich. Apasionado, director extremista, obsesivo, sutilmente homosexual, desesperado por defender su obra tal como fue concebida, Malkovich nos muestra a un Murnau capaz de "sacrificar" -literalmente- a la script girl en favor de la película.
En tiempos en que las palabras "Acción" y "Corten", no existían, Murnau, a sabiendas de que el protagonista de su película
es un verdadero vampiro, le miente a su equipo diciendo que Max Schreck
"es un actor de método que trabajo con Stanislavsky en Rusia, y que va a
llegar al set "metido" en su personaje, con maquillaje incluido y exige
que lo llamen como su personaje, Conde Orlock". El método de Schreck
llega al extremo de beber la sangre del Director de Fotografía hasta el
punto de necesitar un reemplazo, y su principal motivación, es el cuello
de la diva, que le será entregado el ultimo día de filmación.
Algunos dicen que Schreck desapareció al finalizar el rodaje de
Nosferatu, otros que vivió hasta 1936 y trabajó en 20 películas mas, y
otros que no existió tal Max Schreck y que fue el mismo Murnau quien
realmente hizo el papel de Orlock y él mismo era un vampiro. Lo único
cierto es que Murnau sí hizo de doble de Schreck en algunas tomas, pero
por una cuestión de tiempos del rodaje.
La Sombra del Vampiro, una película mas del género "Cine dentro del Cine" es especial para cinéfilos y amantes del cine clásico (producida por Nicholas Cage, amante del expresionismo alemán) pero no excluye a quienes no vieron el Nosferatu original, el padre de los films de vampiros. Elias Merhige nos brinda un testimonio de amor por el cine, un juego de luces y sombras magnífico, una obra con una fidelidad histórica muy real (a tal punto que usaron una cámara perteneciente a Murnau). En definitiva, una película que ningún amante del cine debe dejar de ver.
Publicado originalmente en www.tljdigital.com
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