El personaje, con toda esa carga, es asignado para investigar la violación de una monja, que se rehusa a levantar cargos contra sus agresores. Pero LT no lo dejará así, siente que esta es la oportunidad para redimir su alma. A medida que el protagonista se hunde, vemos como este hombre despreciable y peligroso no solo mete miedo, sino que nos da lástima. Finalmente cuando el Maldito Policía no puede ver otra cosa que los restos de su miserable existencia, es confrontado a algo que realmente lo shockea: un simple ser humano que demuestra verdadero e incondicional amor. Su angustioso llanto por perdón es la parte mas movilizadora del film.
Ante la saturación de las clásicas y a esta altura reiterativas películas del género "policías corruptos", donde -salvo excepciones- si viste una, viste todas, Un Maldito Policía rompe con todos los moldes. Harvey Keitel muestra una de las mas intensas y comprometidas actuaciones de la historia del cine, y tal vez la mejor de su carrera. Su performance es horrorosa y nunca mas convincente y realista. Quizá su actuación no sea masivamente conocida, en gran parte debido a que su director, Abel Ferrara, nunca fue muy amigo de lo comercial. Realista y absolutamente anti-hollywood, este es el tipo de películas a las que Abel Ferrara nos tiene acostumbrados. La película esta filmada con el sentimiento de un documental - escasa música, filmación en locaciones, tiempos muertos de la vida cotidiana, y un filoso toque de realidad que muchos espectadores no podrán soportar.
Ficha Técnica: IMDB
Publicado originalmente en www.tljdigital.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario