martes, 17 de diciembre de 2013

Requiem para un sueño - Darren Aronofsky - 2000

Mas allá de lo poco convencional de su tratamiento visual, el film muestra con una crudeza mayor aún que Trainspotting los momentos mas decadentes y degradantes de los adictos a las drogas. En la película vemos la paulatina demolición de cuatro individuos, quienes ven su conducta alterada de formas cada vez más surrealistas hasta convertir su vida en una pesadilla abstracta, donde todo gira alrededor de la adicción.

Sara Goldfarb (Ellen Burstyn) es una adicta a la televisión, que recibe una invitación para participar en uno de los talk shows que tanto disfruta. Su entusiasmo la lleva a ponerse en forma y aquí es donde aparece en escena un irresponsable médico que le receta anfetaminas en cantidades, como un rápido y eficaz método para adelgazar. Mientras tanto, Harry (Jared Leto), el hijo de Sara, es víctima de su adicción a cualquier substancia que le produzca placer. Él junto a su novia Marion (Jennifer Connelly) y su amigo Tyrone (Marlon Wayans) buscan no sólo el consumo de sustancias, sino el modo de hacer negocio con ellas. Prostitución, problemas con la ley y enfermedades mentales son los problemas a los que deberán enfrentase estos cuatro deprimentes personajes. 


Definitivamente es la adicción el verdadero hilo conductor de la película. Nada nuevo hasta aquí. La brutal intensidad y el modo en que visual y auditivamente retrata la compulsión generadora de adicciones es lo realmente innovador. Con el ritmo frenético y una omnipresente banda sonora de Clint Mansell a base de máquinas de ritmo con cuarteto de cuerdas, grandes angulares, aceleraciones y desaceleraciones, cámaras subjetivas, variaciones del pitch en el audio, Requiem para un sueño, no tiene un solo plano convencional. 


En este, su segundo trabajo, Darren Aronofsky deposita todo el peso de la narración en un vibrante montaje paralelo y en recursos fílmicos arriesgados para mostrarnos los vulnerables personajes en sus peores momentos, pero nunca deja que el medio o el estilo tenga precedencia sobre las emociones que genera la historia. Es decir que el formato y su contenido tienen igual importancia. Se destaca ampliamente Ellen Burstyn, nominada al Oscar como mejor actriz protagónica. El descenso de su personaje es horriblemente realista y todo momento convincente.
A la vista de estos resultados, podemos decir que estamos ansiosos de ver la tercer obra de Aronofsky.


 

Ficha Técnica: IMDB
Publicado originalmente en www.tljdigital.com
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario